Aceptando la imperfección

Hola mis amores, quería contarles que hace un tiempo escribí un texto sobre algo que me estaba pasando en ese momento, algo estaba resonando muy fuerte en mí y sobre lo que necesité escribir,  tenía muchos deseos de compartirlo en ig pero a esa red social le parecía que era muy largo y me limitaba los caracteres porque había alcanzado el límite.

Seguía con ganas de publicarlo así que lo edité 1 ,2, o 3 veces. Lo traté de separar en dos posteos, lo trate de achicar, lo traté de convertir en foto, pero no quería que se pierda lo importante del contenido así que lo volví a editar.

Y no salía, no salía, y no salió

Está subido 1 en mi blog es la anterior entrada, pero no lo pude poner en ig ni fb porque había «algo que no me dejaba subirlo».

Reflexioné y ese “algo” era que estaba buscando que el post sea perfecto. Que entre en cierto modelo de perfección, que esté bien.

Y me pregunté… y te pregunto, ¿cuántas veces por querer mostrar algo solo cuando ya esté acabado, bello y perfecto nos perdemos de mostrar el proceso, de mostrar lo real, de mostrar lo imperfecto? ¿cuántas cosas que creíamos que eran imperfectas callamos, ocultamos, reprimimos ,dejamos escondidas, guardadas, para que no salgan a la luz y que no las vean? ¿cuál es el peligro de mostrar esa parte de nosotros que quizá no es tan perfecta? y ¿por qué queremos esos lugares de perfección?

Todos esos miedos al rechazo, la crítica, los juicios a veces nos llevan a esconder partes nuestras… en este caso un escrito, un texto, una reflexión. Algo que podía llegar a resonar o no, a servir o no, pero de nuevo, no me voy a enterar porque eso no salió a la luz, porque estaba buscando una manera perfecta de expresarlo.

Lo lindo es que tratando de encontrar esa manera, encontré esta verdad:  “no hace falta que sea perfecta» ese camino nos lleva a la frustración y a la decepción porque al fin y al cabo la perfección no existe y el precio que pagamos persiguiéndola es muy alto. 

¿Qué posibilidad tenemos hoy de animarnos a mostrar un poquito más nuestras partes imperfectas, no tan aceptadas o celebradas socialmente?

¿Qué posibilidad tenemos de traernos también con eso y dejar que eso este ahí, sea visto, leído, escuchado?

¿Qué posibilidad tenemos de ir aceptandonos con esas imperfecciones?

Una vez que las aceptamos en nuestro interior dejamos de necesitar que el exterior nos valide.

Es un caminito, diario. Y sé que cuesta porque me encuentro todos los días trabajándolo.

Si leíste hasta acá me gustaría que me puedas contar cómo resuena esto en vos y desde ya te digo gracias por compartir este espacio genuino de imperfección conmigo!

Con Amor, Ondi.

Compartir post

Compartir en redes

Twitter
Facebook
Telegram
WhatsApp

Posts recientes

Suscribirse